Recientemente encontré un video sobre las coaliciones en Estados Unidos, que curiosamente aplica a México.
En el mismo, explican que en un pueblo habitado por ratones, cada x años, los ratones se reunían para DEMOCRATICAMENTE elegir a sus gobernantes, de entre los gatos del lugar.
Todo era un proceso bonito, limpio, dirigido por los gatos al cual acudían religiosamente los ratones para sufragar.
Y una vez en el poder, los gatos negros siempre, después de grandes deliberaciones aprobaban nuevas leyes… que obviamente aplicaban solo para los ratones.
Puertas de determinado tamaño… curiosamente suficientemente grandes para que entrara la garra de un gato.
Límites a la velocidad para todos los ratones… con el objeto de que los gatos tuvieran su diario alimento sin tener que esforzarse demasiado.
Pero los ratones NO ESTABAN SATISFECHOS!
Decidieron cambiar… por otro gato, de diferente color. Eligieron a uno blanco.
Y este nuevo gato en el poder, escuchó sus quejas y decidió que ahora las puertas de las casas de los ratones en vez de ser redondas, iban a ser cuadradas… con el fin de que cupieran las dos garras de los gatos sin dificultad.
Cuando se dieron cuenta de esto, los ratones hicieron todo lo posible por quitar al nuevo gato. Y así trataron con el blanco, con el azul, con el verde y ninguno les parecía bien.
No se daban cuenta de que los gatos siempre serían gatos y siempre vigilarían para proteger a los de su especie… los gatos!!!
Hasta que llegó un día un ratón, revolucionario y con visión, que les hizo ver eso precisamente: LAS COSAS NUNCA IBAN A CAMBIAR A MENOS QUE ELIGIERAN… A UN RATÓN PARA GOBERNARLOS.
Me encantó la anécdota, aunque me dio miedo. Miedo al pensar que somos nosotros los ratones y los políticos, la mal llamada “clase política”, los gatos que año tras año se disputan el “poder” entre ellos mismos, sin permitir que haya ratones, (candidatos ciudadanos?), que les disputen el sustento tan sin problemas que se dan.
Por eso no hay cambios. Por eso las cosas siguen y seguirán igual… hasta que llegue un ratón visionario que nos abra los ojos y nos haga ver que los cambios son posibles, pero solo si nos deshacemos de los políticos de hoy.
Gran problema… gran problema.
Entre mas de cien millones de Mexicanos verdaderos, ¿no habrá un ratón visionario que se aviente al ruedo y que resista a convertirse en gato?
Yo creo que si… todo es cuestión de buscarlo.
Saludos
PD: Termino esta reflexión y me doy cuenta de que el mundo – todo el mundo - está habitado precisamente por Ratones y gatos! L